Más allá de aquella final de infausto recuerdo para el aficionado rojiblanco más veterano, el Atlético-Bayern va camino de convertirse en un clásico moderno, de ese tipo de duelos que se repite a menudo en la élite europea entre dos equipos acostumbrados a las alturas como en su momento fueron el Real Madrid-Juventus, el Barcelona-Arsenal o el Chelsea-Liverpool. Y al igual que en las semifinales de hace apenas unos meses, el duelo entre españoles y alemanes no decepcionó: un entregado Vicente Calderón fue testigo de un disputado partido que contó con alternativas para ambos pero tuvo un claro ganador a los puntos en el Atlético, que logró la victoria con un buen gol de Carrasco y la solvencia de quien se siente en la Liga de Campeones como en casa.

Ambos equipos parecían cómodos en sus papeles: parecía local el Bayern, que trató de llevar la iniciativa y las riendas del partido, siempre con el porcentaje de posesión claramente a su favor, pero el Atlético tenía claro que el objetivo era llegar por la vía rápida al área de Neuer. No obstante, el primero en intervenir fue Oblak cuando Thiago Alcántara vio con meridiana claridad un hueco en el área rojiblanca, elevando un balón que Müller cazó a media altura obligando al portero esloveno a despejar con su mano izquierda.

El conjunto de Ancelotti tenía el balón, pero se veía incapaz de frenar las galopadas del Atlético, que buscaba el contraataque en estampida. Era el caso de Filipe Luis en la banda izquierda: llamaba la atención el protagonismo en ataque de los dos laterales zurdos del partido, el brasileño en el Atlético y David Alaba en el Bayern. El austríaco a veces parecía más un extremo que un defensa, recibiendo siempre en una posición muy adelantada mientras Vidal le cubría las espaldas. De esta manera, el Bayern buscó abrirse paso desde ese costado.

No obstante las oportunidades comenzaron a sucederse para los locales, como un buen disparo de Carrasco que obligó a intervenir a Neuer y dos más de Fernando Torres, una con un disparo al lateral de la red y otra con un cabezazo que acabó en el poste. La definitiva llegó pasada la media hora, cuando Griezmann asistió a Carrasco y el belga, con un par de movimientos rápidos, avanzó y soltó el disparo desde el borde del área que acabó dentro de la red tras golpear en el palo derecho. Buen gol de Carrasco a pase de Griezmann, que a pesar de no jugar su mejor partido dejó una asistencia por el camino.

El segundo tiempo no dio lugar a tantas concesiones. El Bayern continuó buscando sin éxito la portería de Oblak y el Atlético supo administrar su ventaja sin renunciar a aumentarla, como se vio en los cambios con la entrada de Gameiro y Nico Gaitán. Con Savic vigilando de cerca a Lewandowski y Gabi imponiendo su ley en el centro del campo, el Atlético no pasó excesivos apuros, aunque el equipo de Ancelotti tuvo sus oportunidades como un cabezazo del delantero polaco tras medido centro de Xabi Alonso y un disparo de Robben, que entró en la segunda parte. Ambas ocasiones se fueron a un palmo del poste. Sin embargo, la mejor oportunidad la tuvo el Atlético cuando a Vidal se le estropeó el freno de mano y embistió a Filipe al borde del área, en las antípodas de la portería. Un penalti tan absurdo como evitable. Griezmann colocó el balón en los once metros, pero su lanzamiento se fue al larguero.

No pesó el penalti errado: el Atlético se llevó los tres puntos y presentó candidatura un año más ante uno de los rivales más duros del torneo. Partido a partido, pero ya sin el factor sorpresa.

Foto | Getty Images

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Gabriel Caballero

Periodista
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