Una Supercopa peculiar: a doble partido y en horario de late night, como los shows de medianoche. Los invitados eran muchos y buenos: a los ya habituales Cristiano Ronaldo, Simeone, Ancelotti o Koke, se les unieron Toni Kroos o Mario Mandžukić, que nunca habían visitado este plató entre madridistas y rojiblancos y estaban acostumbrados a otros horarios en Múnich. Por si ya empezaba tarde el programa a las 23:00 horas, lo mejor no llegó hasta el final, pasadas las 00:40, cuando quizá muchos ya habían desistido y el sueño había ganado la batalla. Ya se sabe: en la televisión, mejor mantener la emoción hasta el final. Fueron James para el Real Madrid y Raúl García para el Atlético quienes protagonizaron los mejores sketches con un tanto para cada equipo que deja todo abierto para la vuelta en el Vicente Calderón.
Pronto se hizo evidente que el Real Madrid necesitaba un café para desperezarse y el Atlético una tila para templarse: los blancos tenían el balón pero no se acercaban con peligro a los dominios de Moyá, mientras el Atlético no escatimó en faltas para frenar al rival. Tampoco el equipo rojiblanco inquietó en exceso a Iker Casillas, titular en detrimento del recién llegado Keylor Navas, con apenas una ocasión de Mandžukić que disparó flojo a la portería rival y otra de Saúl, sorpresa en el once. Rafa Nadal miraba atónito desde la grada un partido lejos de la intensidad de sus duelos con Djokovic.
La segunda parte estuvo bastante más animada, con un Madrid más decidido aunque sin Cristiano Ronaldo, que dejó su puesto a James por unas molestias. Bale se encargó de llevar el peligro mientras Kroos dominaba el centro del campo. Mejoró aún más la puesta en escena con la entrada de Di María, de quien la grada quiere su permanencia como quiso hacer saber. El argentino representa el vértigo en el equipo y, con su presencia, al equipo le cuesta menos subir a séptima.
No obstante, sigue siendo tan difícil hincarle el diente al Atlético como antaño: han cambiado algunas fichas, pero el tablero y la disposición siguen siendo las mismas: el tiempo dirá si se echan de menos las aportaciones individuales de los que se fueron y si los recién llegados hacen valer las suyas. A esa tan manida intensidad que representa a este Atlético parece haberse entregado Mandžukić, cuyo pique con Sergio Ramos acabó con tarjeta para cada uno.
Kroos tuvo la mejor oportunidad para el Madrid al enviar a las nubes un rechace de Moyá tras una falta sacada por Bale. Buen partido del portero rojiblanco, aunque ese despeje hubiera tenido mejor salida hacia un costado. El gol llegaría tras un buen pase en profundidad de Kroos para Carvajal (buen encuentro del lateral madridista) que no pudo rematar Benzema pero sí James Rodríguez, que encontró portería tras tocar en Ansaldi. Primer gol del colombiano con su nueva camiseta, que acallará por el momento su poca aportación al juego. Lo que está claro es que el ex del Mónaco sabe aparecer.
Poco tardó la réplica atlética con un saque de córner que Raúl García remató libre de marca en el área pequeña tras un fallo repartido a medias entre la defensa y Casillas. De nuevo el Atlético sacando provecho del balón parado. Aún hubo tiempo para la polémica con un disparo de Carvajal que Mario Suárez despejó con la mano, pero el árbitro no entendió que fuera penalti. El 1-1 deja todo pendiente para el viernes, donde habrá un nuevo derbi ya sin margen de error ni tareas pendientes.
Foto | AFP
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