Mundial Brasil 2014: Julio César evita la catástrofe

Han arrancado con fuerza los octavos de final del Mundial de Brasil 2014, quizás no tanto en buen fútbol como en la intensidad y la tensión propias de una eliminatoria de esta envergadura. Se enfrentaban los anfitriones a una Chile que les ha tuteado, les ha metido el miedo en el cuerpo, y sólo ha sido derrumbada en la tanda de penaltis.

Una tanda de penaltis en la que Julio César se erigió como héroe, deteniendo dos lanzamientos y sacándose la espina del Mundial de Sudáfrica 2010, en la que una mala intervención suya resultó decisiva para caer eliminados ante Holanda en los cuartos de final.

El partido ha estado marcado por la igualdad, y a medida que pasaban los minutos, por el miedo. Brasil salió con un plan firme basado en la presión alta, impedir que Chile jugara cómodo y crear peligro más por casta y empuje que por buen juego. Y así fue como llegó el 1-0 con un saque de esquina que peina Hulk y rematan a portería entre David Luiz y Jara. A partir de aquí, Brasil retrasó líneas invitando a que Chile saliera de su campo y dejara unos espacios a su espalda que pudieran aprovechar con la velocidad de Neymar o los balones largos para Fred. Todo se fue al traste cuando un error en defensa de Hulk provocó un mano a mano de Alexis Sánchez para que el jugador blaugrana colocara el 1-1 en el marcador.

Al descanso, Sampaoli leyó mejor el partido que Scolari, y Chile se hizo con el control total del partido. El técnico de La Roja dio entrada a Felipe Gutiérrez retirando a un punta como Vargas, y su equipo pasó a dominar el juego en el centro del campo. Fue entonces cuando vimos a la Brasil más endeble del Mundial, con un equipo sin ideas en la creación, dificultades para robar, y que basaba todo su juego en las individualidades y los balones largos. Tampoco ayudaba el cronómetro. Cuanto más se acercaba el minuto 90, con más nerviosismo jugaba Brasil. Es el problema del anfitrión. La Canarinha no está jugando sólo contra los rivales, sino contra la presión de un país que le obliga a levantar esta Copa.

Brasil parecía más entera físicamente, y recuperó el control en la prórroga. También ayudaba que ya no estuviera en el campo Arturo Vidal, que con su posición más adelantada en Chile que en la Juventus, fue un incordio para la salida de balón brasileña, entorpeciendo la circulación desde primera línea. Cuando no pudo más y tuvo que ser sustituido por Pinilla, Chile retrasó líneas y Brasil pudo asociarse con más claridad con la movilidad de William, recién entrado al césped. También Hulk, desde la banda derecha, dio muestras de entereza con varias jugadas individuales de gran mérito. Y sin embargo, Chile tuvo la victoria en su mano, cuando en el último minuto de la prórroga, el propio Pinilla estrelló un balón en el larguero.

Para ser Campeón del Mundo es importante tener a la suerte como aliada, y a Brasil no le ha faltado en un partido en el que ha sabido sufrir. Sin embargo, las dudas sobre si este equipo tiene la capacidad suficiente para ganar el torneo se acrecentan tras el gran partido de Chile. Son un equipo que funciona muy bien con el viento a favor, pero que deja dudas cuando vienen mal dadas. Habrá que ver cómo se desenvuelven si en una eliminatoria próxima se ven con el marcador en contra y la necesidad de coger el balón y crear juego en ataque estático. A pesar de todas estas dudas, sólo hay una cosa clara: a Brasil tan sólo le separan tres partidos de recuperar su corona.

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Daniel Iglesias

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