El Mundial de Brasil encara su recta final y llegados a este punto es de recibo destacar el papel de ciertos protagonistas que, por lo corriente, quedan siempre relegados a un segundo plano, eclipsados por los encargados de materializar las victorias para sus selecciones. No estamos ante un Mundial excesivamente goleador, pero sí con una cuota superior al de Sudáfrica a estas alturas: 2,8 goles por partido se han anotado en Brasil, por los 2,3 del 2010. Y a pesar de estas cifras, de casi cada partido la figura del portero ha salido reforzada. Y eso, que el campeonato no arrancó nada bien en esta faceta debido a las actuaciones de Stipe Pletikosa en el Brasil-Croacia inaugural, y la de Iker Casillas en el España-Holanda de la segunda jornada. A decir verdad, los grandes cancerberos, los más conocidos y reconocidos, no han tenido un papel brillante en este torneo: Casillas, Buffon, Hart y Beto ya están en casa.
Sí está siendo, sin embargo, el Mundial de los porteros con menos renombre. Ha sido el caso de Guillermo Ochoa, militante de un recién descendido a la Ligue 2 como es el AC Ajaccien. El guardameta mexicano es, para muchos y hasta el momento, el mejor portero de este Mundial gracias a las formidables actuaciones en los cuatro partidos disputados, especialmente en el Brasil-México en el que consiguió secar a la anfitriona; y en el México-Holanda de octavos de final, donde su repertorio de paradas permitió soñar durante 88 minutos a la selección azteca. Sólo Sneijder en ese minuto y Huntelaar de penalti frustraron su brillante partido (a pesar de la derrota, fue escogido como ‘Hombre del partido’).
Anoche mismo disfrutamos de un auténtico partidazo de Tim Howard bajo los palos. El veterano portero del Everton (35 años) forzó la prórroga en el Bélgica-Estados Unidos que acabó con victoria europea (2-1), en un partido récord por número de ocasiones generadas: los belgas contabilizaron 38 disparos, 27 de ellos entre los tres palos, erigiéndose como el equipo más ofensivo en lo que llevamos de torneo. Con Howard soñaría Origi, Hazard, De Bruyne y compañía: el norteamericano también fue escogido como el hombre del partido por su actuación.
Hasta en 10 ocasiones, la FIFA ha escogido a un portero como el jugador del encuentro. Ochoa y Howard han repetido, así como otro de los porteros que está dando mucho de qué hablar y que ya está en la lista de fichajes de este verano. El levantinista Keylor Navas fue el mejor en el Costa Rica-Inglaterra (0-0) de la primera fase y en el Costa Rica-Grecia de octavos de final, donde sus paradas en la tanda de penaltis acabaron dando la clasificación histórica a los Ticos para los cuartos de final. Otro viejo conocido de la Liga española, el chileno Claudio Bravo, también ha rayado a un gran nivel. Sin embargo, desde los once metros, el más efectivo fue otro de los porteros del Mundial, el brasileño Julio César.
Mención especial requieren los porteros africanos de Brasil 2014. Me quedo con tres: el argelino Rais Mbolhi, el ghanés Fatawu Dauda y el nigeriano Vincent Enyeama. Éste último, guardameta del Lille y casi centenario con su selección (95 internacionalidades) dejó su portería a cero hasta que se topó con Leo Messi en el último partido de la primera ronda. Ante la albiceleste las tuvo de cal y de arena: la mejor forma de resumirlo es con los dos disparos directos la Pulga. El primero, a la escuadra, lo desvió con una gran intervención Enyeama. En el segundo, al mismo sitio, el nigeriano hizo la estatua. Ya en octavos de final y ante otra candidata al título, Francia, el africano aguantó todo lo que pudo hasta que una mala salida dejó en bandeja el gol de Pogba que encarrilaba el pase de les bleus a cuartos.
No sería descabellado decir que Fatawu Dauda dejó fuera de los octavos de final a Portugal. El guardameta ghanés empezó el Mundial desde el banquillo, pero su titularidad en los encuentros ante Alemania y Portugal no decepcionó. Ante Alemania (2-2), el portero de los Orlando Pirates tuvo una gran actuación pero brilló todavía más ante una desesperada selección lusa que llegaba necesitada de goles y no los encontró, entre otras causas, por culpa de Dauda. Otra pesadilla hecha hombre para un delantero como Cristiano Ronaldo, que sólo encontró su recompensa al final del encuentro, cuando las esperanzas ya se habían convertido en utopías. Increíble la parada de Dauda en la primera mitad ante el cabezazo a bocajarro del portugués del Real Madrid, una de las paradas del Mundial.
Me he dejado para el final otro de los protagonistas de los octavos de final: Rais Mbolhi, elegido ‘Man of the match’ ante Alemania, mantuvo el sueño de la última selección africana viva en Brasil 2014 durante los primeros 90 minutos reglamentarios. Sólo en la prórroga, la todopoderosa Alemania consiguió doblegar a una peleona Argelia que se deshizo en elogios ante su portero. Los teutones lo probaron de múltiples maneras, hasta que un remate imposible de Schürrle sorprendió al argelino.
Ya sabemos que “goles son amores”, pero al mismo tiempo el papel de los que los evitan puede enamorar de la misma forma que de quienes los ejecutan. Y en Brasil 2014 nos estamos encontrando con grandes porteros que a más de un director deportivo les habrá robado el corazón.
