Empate de campeones

CristianoVsManchester

Real Madrid y Manchester United empataron a unos en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputada en el estadio Santiago Bernabéu. Un resultado corto en el número de goles a tenor de las ocasiones de ambos equipos a lo largo de los noventa minutos. Tuvo más cantidad de ellas el conjunto blanco, pero las del United fueron de mayor claridad. Especialmente las protagonizadas por Van Persie en la segunda parte, desbaratadas entre Diego López, el larguero, y Xabi Alonso bajo palos —tras error del donostiarra—.

Se calificaba a esta eliminatoria como la más interesante de las ocho. Algunos incluso la veían como una posible final anticipada. Y en términos generales el choque estuvo a la altura de lo esperado, con especial mención para una primera parte frenética, de gran espectáculo.

Ambos equipos salieron con la intención de buscar la portería rival, pero desempeñando el Real Madrid un papel mucho más dominador. Buenas combinaciones en la zona de tres cuartos, con las líneas muy adelantadas, presionando fuerte tras pérdida y obligando a Rooney y Van Persie a bajar prácticamente a su propio área a ayudar en defensa. Wellbeck se encargaba de fijar a los centrales madridistas, y lo cierto es que él sólo se bastaba para ponerlos en apuros gracias a su velocidad. La pareja de centrales Sergio Ramos-Varane no se mostró del todo compatible.

El Madrid buscaba el gol y se aprovechaba de la pasividad de la defensa del United. Sus jugadores no muerden ni presionan, sino que reculan y esperan a que el atacante decida. Normalmente esto sería un caramelo para cualquier equipo local, y de hecho el Madrid se aprovechó de ello, pero sólo mientras mantuvo la plenitud física. En la segunda parte las combinaciones eran mucho más previsibles, y tampoco existían los espacios que sirven de alimento para las contras del conjunto merengue. Espacios que sí existirán en Old Trafford, por lo que no nos debería extrañar que los de José Mourinho se encontraran más cómodos en el partido de vuelta a la hora de desempeñar su fútbol.

Como decíamos, a pesar del dominio blanco, el Manchester United demostró que si es líder de la Premier League con doce puntos de ventaja sobre el segundo no es una casualidad. El United tiene sus limitaciones, pero en ataque es un equipo demoledor, y se basta de tres futbolistas para volver loca a cualquier defensa. Rooney ha perdido protagonismo de cara a puerta, pero sus labores como director del ataque desde la mediapunta son fantásticas. La dinamita ahora la tiene Van Persie, el máximo goleador de la Premier. Aunque en esta ocasión el 0-1 lo ponía el ya mencionado Wellbeck, rematando de forma impecable y sin oposición un saque de esquina desde el costado derecho del Madrid.

El Madrid no le perdió la cara al encuentro, y sólo diez minutos después colocaba las tablas en el marcador con un remate para enmarcar de Cristiano Ronaldo, cómo no. El portugués se suspendía en el aire para conectar con la cabeza el balón centrado de Di María desde la izquierda, y colocarlo de forma inalcanzable para De Gea. El portero español fue de lo mejor de su equipo, y es el máximo responsable de que el Madrid se vaya del encuentro con sólo un gol en su haber.

El Madrid no engaña a nadie, ni tampoco lo pretende. Tiene un estilo de juego muy marcado y cuando no lo puede desarrollar, sufre. No es casualidad que últimamente sus mejores partidos sean frente al Barça: cuanto menos tengan que manejar el balón, mejor. Pero el Manchester United no le concedió espacios a la espalda, y por consecuencia no pudimos disfrutar de las carreras al contragolpe de los delanteros blancos. Cuando estas no son posibles y han de recurrir al ataque estático, la claridad en el juego se diluye, más aún cuando Özil y Benzema están en un día gris, o Marcelo en la grada por su bajo estado de forma. El ataque por banda sería una opción por definición, pero tampoco es un factor característico del Madrid.

Así pues, Old Trafford dictará sentencia en el partido de vuelta. El Madrid no se puede ir contento con un 1-1 en su campo, pero si pensamos en las claras ocasiones de los red devils en la segunda parte, nos damos cuenta de que la catástrofe estuvo más cerca de lo previsto. Para el Madrid las condiciones cambiarán en el partido de vuelta. Su poderío ofensivo podrá brillar más con las circunstancias de jugar a domicilio, y todos sabemos que dejar a este equipo con la puerta a cero es prácticamente imposible. Más aún cuando acudirá a Inglaterra sin especulaciones, con el único objetivo de anotar goles.

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Daniel Iglesias

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