A falta de espacios, dos destellos

ModricVsManchesterUnited

“En el Camp Nou me enseñaron cómo tenemos que jugarles”, decía Sir Alex Ferguson sobre el Real Madrid, tras asistir a la victoria blanca ante el FC Barcelona por 1-3 en la Copa del Rey. Y a tenor de su planteamiento anoche en el partido de vuelta de Liga de Campeones, no mentía. Ferguson sabía que al Madrid se le desactiva si no le concedes espacios. Si le obligas a atacarte estáticamente. Cristiano y compañía viven de explotar su velocidad, de retar al contrario en carrera. Pero cuando el contrario te espera agazapado en su área, su potencial disminuye.

Pero a pesar de todo esto, jugarte tus cartas a que el Real Madrid no te hará un gol durante 90 minutos, es cuanto menos arriesgado. Porque hasta en el peor de sus días, hasta con la pólvora mojada, o con la inspiración brillando por su ausencia, los de José Mourinho disponen de suficiente calidad como para, con un par de chispazos, romperte todos los esquemas. Y esos destellos llegaron de dos de los futbolistas con más calidad de la plantilla: Modric y Özil.

En la primera parte, desactivados

Como decíamos, tras asistir como público al Camp Nou, Ferguson averiguó cómo debía jugarle al Real. Por eso no titubeó a la hora de retrasar las líneas del Manchester United. De partida, sorprendió ver a Rooney en el banquillo. En su lugar, el eterno Ryan Giggs ocupó la banda derecha para ayudar a Rafael a neutralizar a Cristiano, y poner su calidad —sin fecha de caducidad— en el ataque.

Nani hacía lo propio desde la izquierda, con Van Persie como hombre más adelantado y Welbeck explotando su velocidad a la contra, y sobre todo, desactivando a Xabi Alonso, siendo su sombra a la hora de defender. El Madrid no encontraba al donostiarra, y la salida de balón lo sufría. El Manchester era mucho mejor. No concedía espacios y no daba lugar a las contras merengues acabando siempre sus jugadas. Pudieron haberse ido al descanso con ventaja.

Todo cambia en el segundo período

Y eso que empezaba mal para el Madrid, encajando un gol de Sergio Ramos en propia puerta, después de que Varane cometiera su único error del encuentro. Pero que a nadie le ciegue ese borrón, porque el francés volvió a firmar una actuación colosal, al igual que su compañero en el centro de la zaga.

Poco después, llegaría la jugada que ha marcado el partido para muchos: Nani es expulsado por una entrada a la altura de las costillas de Arbeloa. Nadie se lo esperaba, pero el colegiado Cüneyt Çakir solventó la jugada con una tarjeta roja que afectó demasiado a los red devils. Sobre todo mentalmente, porque no supieron reaccionar al viento en contra. Se echaron más descaradamente atrás, pero la concentración e ímpetu defensivos ya no eran los mismos. Y eso es un error grave del Manchester, porque quedarse con diez no es sinónimo de derrota. Ni mucho menos. Para el Madrid la empresa seguía siendo harto complicada. Y si no que se lo digan al Barça con sus experiencias de Chelsea e Inter de Milán.

De la jugada de Nani y Arbeloa, creo que la mayoría estaremos de acuerdo en que con una amarilla habría sido suficiente. Sin embargo, no creo que sea descabellado que el colegiado se decante en el acto por la expulsión. Nani mide mal, seguramente no ve a Arbeloa y busca el balón, pero eso no quita que le clave los tacos prácticamente en el pecho. Lo que estoy queriendo decir es que me parece ridículo calificar de “robo” la eliminatoria por dicha acción, como se apunta desde algunos periódicos británicos.

La entrada de Modric cambia el partido

Hay quien dice que la expulsión de Nani provocó que Mourinho diera entrada a Modric, como queriendo apuntar que se encontró con el hombre del partido por las circunstancias. Un pensamiento muy ventajista. El croata llevaba un buen rato calentando, y era evidente con lo que se veía sobre el terreno de juego que su entrada llegaría en cualquier momento. Lo que sí es cierto es que, probablemente, el sacrificado no hubiera sido Arbeloa.

Pero el Madrid necesitaba el desparpajo de Luka para superar líneas rivales, mayor verticalidad y calidad. Llegar al área del United era relativamente sencillo, pero una vez allí el Madrid se ahogaba, falto de espacios, abusando del juego horizontal, sin nadie que buscara el uno contra uno o penetrar por banda.

La entrada de Modric era necesaria, como demostró al poco tiempo de su ingreso. Su tremendo gol definía lo que el Madrid necesitaba: uno contra uno, tiros a puerta. Imposible para De Gea. Pero su sello no se limitó al gol. También participó en el segundo con un pase vertical que inició la jugada, aunque después fue Özil el que con un taconazo habilitó a Higuaín para regalarle el gol a Cristiano con un centro medido. El alemán volvió a hacer gala de su intermitencia, desaparecido la mayor parte del tiempo, pero con calidad suficiente para decantar el partido con un detalle aislado. Y no quiero dejar sin mención la gran segunda parte que firmó Higuaín desde la banda derecha.

Entra Pepe por Özil

Se le critica mucho a José Mourinho este cambio a falta de 20 minutos con 1-2 en el marcador. A mí, sin embargo, me parecía lógico. El Madrid estaba jugando con tres defensas tras el cambio de Modric por Arbeloa, y tenía un margen de dos goles. Es fácil decir que deberían haber seguido igual hasta el final, pero también hay que tener en cuenta que al rival, hasta ese momento, le valía el resultado de 1-1. Con el 1-2, sin embargo, no les quedaba otra que irse definitivamente al ataque.

¿Y por qué por Özil? Pues porque prácticamente era la única posibilidad, ya que Cristiano es intocable, Modric y Kakà se habían incorporado desde el banquillo, e Higuaín era más idóneo que el alemán para sacrificarse defensivamente en la banda derecha.

Lo que sí es cierto es que el Madrid debió haber dormido mucho más el juego. Controlar el balón, esconderlo, y evitar que el Manchester creara peligro. Pero, lejos de ello, el United tuvo sus ocasiones más claras en ese tramo final ya con Rooney sobre el campo. Y esto también da que pensar si no habrán pecado de rácanos los red devils en esta eliminatoria, centrando su plan en defender su portería cuando su mayor virtud está en su potencial ofensivo.

Para evitar sustos, Diego López tuvo sus momentos de gloria con paradas de gran mérito, que no hacen más que dar la razón a aquellos que apostaron por él cuando Iker Casillas cayó lesionado. Y vamos a ver qué pasa cuándo el capitán vuelva, porque con Diego a este nivel, no sería de extrañar que mantuviera la titularidad. Porque, aunque Casillas sea el mejor portero del mundo, dos meses parado pasan factura a cualquiera. Y cuando las cosas funcionan… ¿para qué tocarlas?

Sobre el autor Ver todos los posts

Daniel Iglesias

Tu Fe Nunca Decaiga