Un año de transición para el Milan

PrinceACMilan

Que nadie se lleve a engaño: el Milan peleará cada título en juego hasta el último minuto del tiempo de descuento y argumentos tiene para ello, pero tampoco se puede obviar la realidad de un club que no vive sus mejores momentos ni deportiva ni económicamente. Y es que el equipo rossonero vive tiempos de transición, y se encuentra inmerso en un proceso de renovación de una plantilla que hoy medirá sus fuerzas ante uno de los peores rivales posibles para ello como es el Barcelona. Pero jamás se puede dar la espalda a uno de esos equipos que poseen el gen ganador en su camiseta y que juega en una competición que le ha hecho un grande del continente.

No es fácil formar un equipo competitivo cuando se han marchado jugadores emblemáticos y/o claves en los esquemas como los que se fueron de San Siro el verano pasado. Leyendas del club como Gattuso, Inzaghi, Seedorf o Nesta ya no visten el rossonero aunque resulte extraño verles con otros colores (salvo Pippo, ya retirado). Tampoco olvidemos a Pirlo, que se marchó un año antes. Otros jugadores importantes como Zambrotta, Cassano (en un trueque con Pazzini que de momento no ha resultado muy rentable) o Van Bommel también dejaron el club. Pero principalmente dolorosas fueron las salidas de Ibrahimovic y Thiago Silva, las figuras del equipo y claves en el proceso de renovación del equipo que emigraron a París debido a la necesidad de ingresos.

Si observamos al Milan ganador de su último Scudetto hace dos temporadas, cuando parecía que la renovación daba comienzo, vemos que sólo Abbiati, Abate, el eterno Ambrosini y Boateng permanecen en el club siendo importantes como lo eran entonces. Caso aparte merecen Pato y Robinho: el primero regresó en el mercado invernal a Brasil para volver a ser el que fue antes de su plaga de lesiones. Por su parte, Robinho, tras un esperanzador primer año en el Calcio, se fue diluyendo poco a poco y hoy apenas cuenta para el once titular, si bien es cierto que también ha tenido problemas con las lesiones

Así las cosas, Allegri no lo está haciendo nada mal a pesar de un comienzo de temporada desastroso. Su probable destitución ocupó varios titulares, pero permaneció en el banquillo y hoy el Milan ocupa en el Calcio plaza de Liga de Campeones, aunque aún lejos del líder bianconero. No lo ha tenido fácil para acoplar las nuevas piezas, buena parte de ellas jóvenes jugadores, futbolistas que teóricamente serán importantes en el futuro.

Los cambios de esquema han sido una constante: primero renunció al 4-4-2 de siempre, ya sin tanto sentido sin Ibra, para jugar con un 4-2-3-1 con los nuevos fichajes para el centro del campo, De Jong y Montolivo, en el doble pivote. Sin embargo De Jong, que se había adaptado bien y estaba cumpliendo con las expectativas, se lesionó para toda la temporada. Otro contratiempo más.

NiangACMilan

El esquema que utiliza en las últimas semanas Allegri se asemeja a un 4-3-3 con tres centrocampistas, dos futbolistas que entran desde banda y un delantero centro que puede ser también falso nueve, aunque con el reciente fichaje de Balotelli, el puesto de ariete parece asegurado. Debido a haber jugado ya con el City, Super Mario no podrá disputar la Champions, otra buena noticia para el Barça ya que el italiano ha comenzado realmente bien su etapa en San Siro.

En defensa no tiene menos problemas el Milan. Abate ya no es tan indiscutible como las dos últimas temporadas tras la positiva irrupción del canterano De Sciglio. Por la izquierda, el francés Constant, que fue fichado como centrocampista procedente del Genoa, está cumpliendo bien en un puesto que se tambalea demasiado desde la marcha de Maldini (con la excepción de Jankulovski). Pero no es su puesto. En el centro de la defensa urgen refuerzos para la próxima temporada: los titulares suelen ser Mexés y Zapata, ex del Villarreal, que no ofrecen todas las garantías que debieran. Las salidas de Nesta y Thiago han dejado un vacío muy grande en la zona.

En el centro del campo hay dos fijos como son Ambrosini y Montolivo. Este último es el mediocampista de más calidad del equipo, pero la irregularidad le acecha y tampoco creo que le favorezca el que se quiera hacer de él un nuevo Pirlo al retrasar su posición: es mejor enganche que regista, pero igualmente es el futbolista con más clarividencia del centro del campo rossonero. La otra plaza alterna entre Nocerino o Flamini, que no estarán en la ida por lesión, Muntari y también Boateng cuando juega de interior, aunque el africano no está al nivel de la pasada temporada.

En ataque forma por la izquierda la gran alegría de la temporada: Stephan El Shaarawy, el futbolista revelación de la Serie A, ya un fijo con la Squadra Azzurra y que en su segunda temporada en Milán, a sus 20 años y tras una campaña de adaptación en la que fue entrando poco a poco en el equipo, está confirmándose como uno de los futbolistas con más futuro del continente. Sin embargo, un alivio para el Barcelona será que el ítalo-egipcio no llega en su mejor momento debido a una lesión que arrastra en la rodilla izquierda.

Por la derecha se ha hecho un hueco el jovencísimo Niang, de 18 años y que el pasado año jugaba en la segunda francesa, ganándose el puesto merced a su potencia, regate y velocidad, aunque Boateng también ha jugado escorado a banda. Con la ausencia de Balotelli podría entrar Pazzini u optar Allegri por otras fórmulas como situar a Boa de mediapunta. También está Bojan, quien está dejando apuntes muy interesantes como rossonero y suele actuar de revulsivo en las segundas mitades.

Una eliminatoria apasionante entre dos de los equipos con más historia del continente, aunque sólo uno de ellos esté en su mejor forma. Son favoritos los azulgrana, pero no descarto las opciones de un Milan que ha crecido en las últimas semanas y cuenta con futbolistas capaces de poner de su parte la contienda, amén del peligro que supone su papel de secundarios en este guión. Y ya se sabe: son italianos. Que ruede el balón.

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Gabriel Caballero

Periodista
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