Náufragos en Turín

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Qué duda cabe de que por la histórica Juventus de Turín han desfilado algunos de los mejores jugadores de la historia. La maglia bianconera ha sido vestida por futbolistas de la talla de Platini, Zidane, Del Piero, Roberto Baggio, Boniperti, Sívori, Boniek, Dino Zoff, Buffon, Paolo Rossi… y podría extenderme de aquí a Turín durante líneas de magia juventina. Todos ellos contribuyeron a hacer de la Vecchia Signora uno de los grandes clubes del mundo y así forjar su leyenda, sin embargo, esa lista podría haber aumentado con el nombre de otros futbolistas que también jugaron en la Juve pero no tuvieron tanta fortuna como los anteriormente descritos, jugadores que antes o después triunfaron y dejaron su huella en este deporte, pero no con la camiseta del club italiano. Algunos llegaron como promesas y otros más consagrados, pero como en todos los clubes, en la Juventus también hubo sombras entre sus grandes nombres.

Comenzamos en la década de los 80’s, cuando un joven jugador danés del Brøndby aparecía en escena como una de las grandes promesas del fútbol europeo. Michael Laudrup dejaría años después una huella imborrable en el fútbol español, pero su paso por Italia no fue tan fructífero. Parecía que el Liverpool lo tenía atado, pero fue finalmente la Juventus quien contrató al joven futbolista de tan sólo 19 años. Sin embargo, entonces sólo dos jugadores foráneos podían ser alineados en el Calcio, y esos puestos estaban reservados en Delle Alpi para Boniek y Platini. Laudrup tuvo que marcharse cedido a la Lazio en busca de minutos, algo que quizá de haberlo sabido le habría hecho decantarse por el club inglés. La Lazio, que no vivía buenos tiempos, logró la permanencia en el primer año de Laudrup, que tuvo que prorrogarse una temporada más hasta que Boniek abandonó la Juventus. En su segundo año, la Lazio descendió a la Serie B.

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La estancia en Roma le había servido para adquirir experiencia y regresó a Turín, y en su primer año ganó la Serie A y la Intercontinental, además de ser nombrado jugador danés de 1985 con sólo 21 años. Sin embargo, a Laudrup le costaba adaptarse al fútbol italiano, donde su chistera no se mostraba tan eficaz. Su siguiente temporada en Turín estuvo además plagada de lesiones, y en la tercera se vio con la responsabilidad de liderar un centro del campo que ya no contaba con Michel Platini, retirado. Los dos puestos reservados para futbolistas extranjeros serían para Laudrup y para otro de nuestros protagonistas: el galés Ian Rush. Finalmente, en 1989, Johan Cruyff decidió incorporar a Laudrup para el FC Barcelona, donde el Diez danés desplegaría todo su fútbol.

Ian Rush es toda una leyenda en Anfield Road: cinco ligas, dos Copas de Europa, tres FA Cup y numerosos récords goleadores lo convierten en uno de los mayores ídolos en Liverpool. En aquellos años comenzaban a salir futbolistas de Las Islas, y el competitivo y poderoso fútbol italiano era un destino de preferencia. Rush fue contratado en 1986 mediante la cifra récord por un jugador británico de 3’2 millones de libras, aunque fue cedido durante un año en su club de origen y cuando se retiró Platini se incorporó a la Vecchia Signora. Sin embargo, las defensas italianas se le atragantaron al galés: marcó ocho goles en 29 partidos, perspectivas muy alejadas de las generadas. Rush no se adaptó al fútbol italiano y sólo un año después regresó a casa para seguir aumentando su leyenda en Liverpool durante ocho años más.

hassler juventus

Entramos en la década de los 90’s, momento de auge del fútbol alemán que había sido campeón del mundo en Italia 90. Muchos de aquellos jugadores decidieron probar suerte en el fútbol transalpino con mayor o menor fortuna, y la Juventus fue uno de los clubes que más apostaron por aquella magnífica generación. El primero en llegar, en 1990, fue el mediapunta Thomas Hässler, uno de los que más talento poseía, sin embargo, en Delle Alpi no le salieron bien las cosas y sólo estuvo una temporada en la que únicamente anotó un gol en 32 apariciones. Después fichó por la Roma, donde estuvo tres campañas y mejoró sus prestaciones. Esto no desanimó a la Juve a la hora de contratar futbolistas germanos, y en 1991 arribaron a Turín los zagueros Reuter y Köhler. Este último se convirtió en valladar del centro de la zaga durante cuatro temporadas ganándose el apodo de Kohlerone, por el contrario, Stefan Reuter, que al igual que Laudrup estuvo a punto de fichar por el Liverpool, sólo estuvo un temporada en el lateral derecho juventino antes de fichar por el Borussia para ganarlo todo. También Möller ficho por la Juventus en 1992, y en las dos temporadas que fue bianconero dejó detalles de su talento en la mediapunta, aunque no con la regularidad deseable.

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Otra de las selecciones que destacó en Italia 90 fue la de Yugoslavia, en la que militaba Robert Jarni, que ocho años más tarde sería uno de los puntales de la sorprendente Croacia en 1998. Poco después del Mundial de Italia, Jarni probó suerte en el Calcio, primero en el Bari y después en el Torino. En 1994 cambió de club pero no de ciudad, y Robert fue traspasado al eterno rival donde no tuvo el éxito esperado a pesar de engrosar su palmarés con el doblete de liga y copa. Después llegaría a la Liga española, donde vivió muy buenos años en aquel Betis de Alfonso y Finidi. La Juventus seguía necesitando un jugador para la banda izquierda y en 1995 fichó a un joven Juan Pablo Sorín de sólo 19 años procedente de Argentinos Juniors, pero apenas tuvo oportunidades de jugar.

Compañero de Jarni en el Bari fue David Platt, talentoso centrocampista inglés que también estuvo presente en el Mundial de Italia. Jugando en el centro del campo fue el máximo goleador del Bari en aquella temporada 91-92 y tuvo su oportunidad en un grande como la Juventus al año siguiente tras rechazar a la Sampdoria, donde uno de sus iconos como era Mancini le había llamado personalmente para que fichara por el club genovés. Sin embargo, en Turín no le salieron tan bien las cosas, donde la competencia era muy grande. Añadió una UEFA a su palmarés, aunque ni siquiera estuvo presente en la convocatoria de la final. Después de un año fichó, esta vez sí, por la Sampdoria, donde mostró su talento durante dos temporadas antes de fichar por el Arsenal.

A lo largo de la segunda mitad de los 90’s y principio de la década siguiente, la Juventus contrató a varios delanteros con el fin de suplir a la magnífica dupla formada por Vialli y Ravanelli, pero sólo unos pocos como Inzaghi y Vieri, hasta la llegada de Trezeguet, ofrecieron el rendimiento esperado. Amén de Alessandro Del Piero, que jugaba más retrasado. En el camino se quedaron delanteros que aterrizaron en Turín con buenas credenciales que no acabaron por cumplirse en Delle Alpi. Uno de ellos fue Daniel Fonseca, delantero uruguayo que había destacado en el Cagliari y en el Napoli pero que no tuvo tanta suerte en la Roma durante las tres temporadas que se mantuvo en el Olímpico. Después estuvo otros tres años en Turín, pero entre lesiones y competencia apenas pudo destacar como bianconero.

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Un año antes que Fonseca había llegado el croata Alen Boksic tras destacar en la Lazio, un delantero que no obtuvo grandes registros goleadores en el Calcio pero de muy considerable calidad técnica. Sólo estuvo un año en Turín y curiosamente marcó más goles en la Champions (cuatro) que en la Serie A (tres). Regresó a la Lazio tras el fichaje de Pippo Inzaghi por la Juve. Al comprobar que los fichajes procedentes del Calcio no ofrecían el rendimiento esperado, el club dirigió sus miras a España para contratar a dos delanteros que habían cosechado buenos números en la Liga, que no repitieron en la Serie A. Uno de ellos era Juan Eduardo Esnáider, que llegó en el mercado de invierno de la 98/99 procedente del Espanyol para cubrir la baja de Del Piero, gravemente lesionado, pero el año y medio que estuvo en Turín fue para el olvido. Medio año después de la llegada del argentino llegó Darko Kovacevic procedente de la Real Sociedad, pero tampoco destacó en el equipo bianconero.

A la vez que Esnáider llegó Thierry Henry procedente del Mónaco como una de las figuras emergentes del fútbol europeo. La Juventus pagó por él 11 millones de euros, pero Henry no estuvo nunca a gusto en el club italiano. El francés, habida cuenta de la competencia en ataque, fue desplazado a la banda izquierda por el hoy técnico madridista Carlo Ancelotti, teniendo que preocuparse tanto por defender como por atacar. Tras sólo media temporada en Turín, Henry fue traspasado al Arsenal y en el club inglés se convirtió en toda una leyenda. Un par de años después llegó a Delle Alpi otro delantero de lustre en el Calcio como Marcelo Salas procedente de la Lazio, adonde llegó Kovacevic como parte de un traspaso cifrado en 25 millones. No obstante, las dos temporadas del chileno en Turín estuvieron marcadas por graves lesiones, además de la competencia de jugadores como Trezeguet y Del Piero.

Y del puesto de nueve nos vamos al otro extremo del campo para hablar de uno de los mejores porteros de las dos últimas décadas que sin embargo no mostró su mejor nivel en la Juventus. Van der Sar fue el guardameta de aquel inolvidable Ajax de Van Gaal campeón de la Liga de Campeones y en 1999 llegó a la Juventus con la complicada tarea de suplir a Angelo Peruzzi, convirtiéndose además en el primer portero no italiano del club Juventino. En sus dos años en Turín fue muy criticado por su irregularidad y el millonario fichaje de Buffon concluyó con su salida del club, con un caché a la baja, para fichar por el Fulham. Pocos habrían vaticinado que, con 31 años, cuatro después ficharía por un club como el Manchester United para convertirse en ídolo.

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Durante la siguiente década, la trayectoria del club estuvo marcada por el Moggigate. Tras el descenso y retorno a la Serie A, el club procuró volver a lo más alto pero no sería un camino fácil. En 2009 hizo un gran esfuerzo económico y fichó a los brasileños Diego Ribas y Felipe Melo por casi 50 millones de euros para liderar el centro del campo, pero ninguno de ellos triunfó como bianconero. No sería hasta la llegada de Antonio Conte en 2011 cuando la Juventus volvió a la senda del éxito, camino que pretende continuar esta temporada para la que se ha fichado a dos jugadores de renombre como Tévez y Fernando Llorente. Sólo el tiempo dirá si triunfarán como juventinos o si podrían, por el contrario, naufragar en Turín y formar parte de un post como éste en el futuro.

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Gabriel Caballero

Periodista
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