Solari ya entrena a los mayores, pero aún tiene el acento del filial y el Madrid lo agradece. Al técnico argentino no le ha temblado el pulso a la hora de apostar por los jóvenes, ya sea por necesidad o por convicción, y estos le están respondiendo. Ya sean de la cantera como Llorente o Reguilón o llegados como Odriozola, Ceballos o Vinicius, los nuevos están adquiriendo protagonismo y dando el oxígeno que una plantilla necesita a lo largo de una temporada tan larga como es la del Real Madrid. Varios de ellos fueron protagonistas en el Bernabéu ante el Valencia, además de un joven ya veterano como Carvajal o un Courtois cada día más asentado en los guantes del club blanco. Al Madrid le sigue costando hacer llegar los goles, crear ocasiones y aprovechar las que tiene, pero el 2-0 ante los ché supone una sólida victoria a pesar de algún susto en la segunda mitad, que no pasó a mayores por la mala puntería valencianista o por la actuación del guardameta belga.

Comenzó con las ideas claras el equipo de Solari, mandando con el balón y presionando cuando lo tenía el rival. Bale empezó con ganas, creando peligro por la banda izquierda y poniendo algún centro de calidad como el que llegó a los pies de Benzema, cuya estupenda volea se marchó fuera por unos palmos. No tardó en llegar el primer tanto, cuando a los ocho minutos una jugada de Carvajal junto a la línea de fondo concluyó con un pase que Wass despejó de cabeza hacia su propia portería. El lateral lo celebró como propio, se había ganado el derecho.

Fue un buen primer tiempo del Real Madrid, en el que apenas dio opciones al Valencia y en el que impuso su dominio, aunque sin inquietar en exceso a Neto. Apenas un aviso de Bale, que fintó a Wass cerca de la portería y cuyo disparo despejó el meta brasileño. No se reflejaba de esta manera en el marcador el buen hacer del conjunto local, con Carvajal especialmente incisivo en la banda derecha, Reguilón mostrando maneras en la otra banda, Modric haciendo gala de jerarquía en el centro del campo y Llorente confirmando las buenas sensaciones de Roma. El ex del Alavés robaba, se mantenía firme en su zona y jugaba fácil, y hasta se permitió algún lujo en ataque. Arriba, por su parte, bailaba de nuevo Benzema, pero sin ocasiones de gol aparte de la volea mencionada.

La segunda mitad empezó con un Valencia más animado, guiado por un Parejo que fue de lo poco que se había salvado en la primera parte. Espoleado por lo escueto del marcador, aprovechó algunos minutos de zozobra madridista para presentarse ante Courtois, al que apenas había visto de cerca en la primera parte. Así, un gran pase de Parejo no fue aprovechado por Santi Mina, que lanzó alto el balón cuando estaba delante de Courtois. Poco después, el portero le ganó un mano a mano al ex del Celta, vio cómo Paulista echaba fuera fuera un remate con todo de cara y le ganó la partida a Batshuayi en otro mano a mano con una intervención antológica ante su antiguo compañero en el Chelsea.

Así las cosas, fue finalmente el Madrid el que encontró puerta por segunda vez. Había avisado antes con una buena jugada de Llorente que no supo culminar Asensio, pero tras una cabalgada de Carvajal (otra vez), el balón acabó en los pies de Benzema quien asistió a Lucas Vázquez, que marcó el segundo y definitivo. Meritorio partido del gallego, que vio puerta por segunda vez esta semana tras el tanto en Italia. El gol tuvo su momento de duda, pues fue revisado por el VAR para ser finalmente dado por bueno.

Cierra así una semana gris el conjunto ché tras ser eliminado de la Liga de Campeones, mientras el Real Madrid suma una nueva victoria que lo acerca a los puestos de cabeza, apunta ciertas mejorías y aspectos a mejorar, pero con tres puntos más en el casillero.

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Gabriel Caballero

Periodista
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