Simeone hasta 2020: música celestial en los oídos rojiblancos. Partido a partido es su lema, pero tendrá un largo proyecto para llevarlo a cabo. Ya no se lleva lo de tener mucho tiempo al mismo entrenador, pero este Atlético no va a la moda desde que el Cholo se sentase en su banquillo hace tres años. El Ferguson del Atlético querrán llamarle algunos en referencia a uno de los pocos ejemplos y el más ilustre que hemos visto últimamente en el fútbol de élite, lugar adonde este equipo ha llegado en las últimas temporadas contra pronóstico para amenazar el duopolio reinante en la Liga, y extendiendo el dominio en el continente al ganar la Europa League (aunque justo es reconocer que ya lo hizo antes Quique Flores) y llegar a la final de la Liga de Campeones. Pero no se conforman con haber llegado: quieren mantenerse y, como se dice a menudo en el deporte, eso es lo complicado. No obstante, el primer paso y más importante está dado: Simeone ha renovado.
He de reconocer que soy escéptico con este tipo de renovaciones hoy en día: lo vemos muchas veces con los futbolistas, que un día renuevan y otro reciben una suculenta oferta que les hace replantearse lo firmado, que se convierte en papel mojado. En un puesto que se mueve tanto como el del entrenador y que a menudo es el primer señalado cuando las cosas no marchan, más razón aún para dudar. En un ejemplo más modesto y que vi de cerca, aunque también en una situación distinta, Paco Fernández firmó su renovación con el Racing por dos años en plena euforia del ascenso a Segunda, pero a media temporada de la primera ya ha sido destituido debido a los malos resultados. Eso sí: con esta renovación, el Atlético consigue ahuyentar a todos los equipos, que no eran pocos ni eran malos (PSG, City, Inter…), de la tentativa de ficharle para la próxima temporada, a pesar de que aún le quedaban dos años más de contrato.
Muchas veces los técnicos, al considerar haber tocado techo al frente de un club, deciden buscar nuevos retos, pero el argentino quiere seguir obrando lo que hace unos años parecía un milagro. Seis millones netos al año, que lo convierten en uno de los técnicos mejor pagados acorde a su valor actual, y un ambicioso proyecto han sido los argumentos para convencerle, además de ser el club rojiblanco su casa. Junto a él podrían estar futbolistas del calibre de Reus y Cavani, que suenan con fuerza para llegar al equipo. Refuerzos de primer nivel para mantenerse en una élite a la que ha llegado con el Cholo como pilar central, y sería una gran noticia para el fútbol español ver cómo el equipo madrileño continúa arriba dando guerra. Para ello, Simeone es fundamental. Es más: sin él parece imposible.
