Nadie da (ya) su brazo a torcer

Se divisaba un miércoles de locura en la Liga y al final todo ha quedado como estaba. Esto es, el Barcelona llevando la iniciativa en la clasificación seguido del Atlético, con los mismos puntos (79) y justo por detrás el Real Madrid (78), que a pesar de jugar el último logró una convincente victoria ante el cuarto clasificado.

La reacción exagerada del Barcelona (0-8)

Se le pedía al Barça que reaccionara tras tres derrotas seguidas y se pasó tres pueblos. Entre lo que pasó el domingo contra el Valencia y lo sucedido ante el Dépor hay un par de diferencias: la efectividad arriba de la MSN y la escasa puntería del rival cuando pisó el área de Bravo. Los de Víctor recibieron la mayor goleada de su historia en casa para sembrar el pánico entre sus aficionados a falta de cuatro jornadas para el final. Los gallegos dejaron campar a sus anchas al Barcelona, que de la mano de un superlativo Luis Suárez (cuatro goles, tres asistencias) jugó serio atrás, controlador en el medio y aplastando arriba. Nada que objetar al líder, en el que hasta Bartra, en una de sus escasas apariciones esta temporada, se animó a marcar para redondear una actuación de diez.

Torres se gana la renovación (0-1)

Si Simeone tenía dudas en enero, de un tiempo a esta parte Fernando Torres se ha encargado de despejarlas. En las últimas cinco jornadas, el Niño ha marcado el mismo número de goles. Una hazaña inédita en el ‘9’ rojiblanco a lo largo de su carrera. Los guarismos del ariete mantienen en la cima al Atlético de Madrid, firme colíder gracias a su cabezazo inapelable. La victoria ante el correoso Athletic en la siempre imponente Catedral mandan al limbo algunos pronósticos y de paso permiten seguir soñando con el título a los colchoneros. El único ‘pero’ del triunfo por la mínima en Bilbao es la lesión de Godín, que podría perderse la ida de las semis de la Champions. Pero vaya, que mientras Torres siga asociándose con Griezmann en la vanguardia, no hay que dejar de creer.

El Madrid se niega a descolgarse (3-0)

Conocedor del resultado del Barcelona y del triunfo del Atlético al descanso, el Villarreal era la complicada piedra de toque que medía las aspiraciones del Real Madrid al título. Tras los noventa minutos, los de Zinedine Zidane cumplieron con nota para seguir más vivo que nunca en la Liga. No fue el rival que se esperaba el de Marcelino, mermado por las bajas pero dominado por el conjunto blanco a lo largo del envite. Benzema, un genial Lucas Vázquez y Modric fueron los autores de los tantos en un choque muy serio en el Bernabéu y en el que en ningún momento la presión hizo acto de presencia en los futbolistas locales. El adiós prematuro de Cristiano, que tuvo que abandonar el césped antes del final del partido, es ahora la mayor preocupación de Zizou. La Liga sigue siendo posible.