Fernando Castellanos: Descafeinado, desnatado, sin conservantes ni colorantes. Los adjetivos que ha recibido hasta la fecha el clásico de esta noche dejan por los suelos el pedazo cartel que protagonizan en la final copera Barcelona y Real Madrid. Por muy eclipsados que estén por el buen hacer del Atlético en el campeonato doméstico y de los malos resultados en el continental. Y aunque no esté Cristiano, y aunque Messi parezca una sombra de lo que fue, estoy convencido que un derbi es ajeno a todo lo que tenga que ver con el pasado. Como si todo volviese a empezar. Como si los jugadores sufrieran una lobotomía. A más de uno en alguno de ambos bandos le será imprescindible si quiere tapar bocas. En fin, me pongo el chubasquero y no me mojo mucho, porque creo que va a ser muy igualado. Con todo, creo que el Madrid no colocará la pieza del puzle del harakiri azulgrana y los del Tata levantarán su primer (¿y único?) título de la temporada. Mi resultado, 3-1.
Daniel Iglesias: Da igual que Messi lleve unas semanas apagado. Su calidad puede definir cualquier partido, y más si le sobra motivación, como ocurre cuando delante tiene al Madrid. Las opciones del conjunto blanco, más aún sin Cristiano Ronaldo, pasarán por evitar que Messi juegue cómodo. Es de suponer que Ancelotti ha aprendido la lección del reciente 3-4 del Santiago Bernabéu, en el que Messi disputó su Clásico con más espacios en muchos años y por consiguiente destrozó al Madrid a base de pases milimétricos. Simeone ha demostrado cómo desactivar al argentino, y aunque el Madrid no tenga la capacidad del Atlético para cerrar todos los huecos, hay un término medio entre eso y dejar varios latifundios para que Messi piense y ejecute. Con Messi atado, la diferencia debería marcarse en la debilitada zaga culé debido a las lesiones. De todos modos, espero un partido de ritmo lento, con dos equipos muy pendientes de no cometer errores. Mi resultado, 1-2.
Gabriel Caballero: Visto el último clásico, cualquier pronóstico es en vano. Un equipo marca pronto, el otro remonta, se duerme en la segunda parte y Messi decide. La sensación en esta final de Copa, a diferencia de la de hace algunos años, es que ambos equipos no llegan en su mejor momento, con lo que este partido podría definirse en base al número de errores más que al número de aciertos. Eso sí: en ese último clásico, en su primera parte, me lo pasé como hacía tiempo en un choque entre estos dos equipos, ojalá esta final de Copa se parezca más a esa primera parte que a la segunda. Se podría decir que en aquella primera mitad no existió Cristiano Ronaldo y el peso madridista recayó en Benzema y sobre todo en un inspirado Di María, con lo que creo que hay esperanza para el Madrid más allá de la baja del luso, que le tenía tomada la medida al Barcelona en los últimos tiempos. También sería un buen momento para que Bale diese un paso al frente. En el otro bando, Messi, no hase falta desir nada más. Mi resultado, con goles: 2-3 para los de Ancelotti.
Raúl Morón: Una final es una final, y en estos casos los antecedentes sirven poco, o muy poco, para elaborar un pronóstico. Sin embargo, sí hay que tener en cuenta que el estado anímico de los azulgrana está a años luz ahora mismo del madridista. Éstos últimos están vivos en las tres competiciones y tras el varapalo del Santiago Bernabéu ante los catalanes, han recuperado la autoestima –con el paréntesis melodramático de Dortmund– y la confianza es máxima pese a la importante ausencia de CR7. No obstante, y pese a la alarma de fin de ciclo culé (la enésima en los últimos años, recuerdo, y nunca se materializó) este Barça todavía tiene mucho que decir. Más aún, cuando el sueño de la Champions se esfumó y la Liga se aleja a la deriva. Si en el Tata ya no se cree, en el que debería creer el aficionado azulgrana es en este equipo que no hace mucho tocaba la gloria con los dedos. La clave, en mi opinión, estará en si la defensa improvisada podrá aguantar las embestidas blancas, y si Messi se echará el equipo a la espalda o, sencillamente, se paseará. Seré malo, y auguro que para La Pulga, éste es su último partido serio antes del Mundial. Apuesto por un 2-1 a favor del Barça.
Joaquín Rueda: Duelo de necesitados. Barcelona y Real Madrid han llegado a la final copera con la obligación de convertirse en el primer campeón nacional. El vencedor respirará aliviado, mientras que el vencido tendrá que alcanzar el aliento rojiblanco para no convertir la temporada en un completo fiasco. El Barcelona ha hipotecado en una semana la era de Gerardo Martino, que finalmente puede ser incluso una época de ‘entre títulos’. En el Real Madrid la ausencia de Cristiano Ronaldo lo eclipsa todo. La baja del futbolista portugués hace tambalear las opciones, pese a que el equipo ha competido con grandes prestaciones sin Cristiano Ronaldo. Pero en esta ocasión, el contexto es completamente diferente. Y esa búsqueda de un nuevo referente puede provocar el caos grupal, que los secundarios se amontonen para convertirse en el protagonista principal cuando la estrella no está. Mi resultado, 2-1.
Sergio Trinchet: Un partido que puede salvar una temporada. El FC Barcelona, tras su eliminación europea a manos del Atlético de Madrid y su derrota en Granada que le hizo perder media Liga, se aferra a la Copa del Rey, ante el máximo rival, para darle una alegría a sus aficionados, ya que el propio conjunto blaugrana no pasa por su mejor momento. El Real Madrid, que sigue vivo en todas las competiciones, quiere conquistar la primera de ellas sin su siete, Cristiano Ronaldo, que finalmente no se recuperó de su lesión. A priori va a ser un partido diferente, ni el FC Barcelona va a ser el de los últimos partidos, ni el Real Madrid ese equipo que gana con solvencia y le mete cuatro al Almeria. Un Clásico que se decidirá por pequeños detalles. Mi resultado, 1-3.
